En el inicio de este nuevo camino quise renovar mi antiguo logo, el cual siempre estuvo asociado al concepto de espiral. Esto conecta a mi pasión por la astrofotografía, y para mi tiene mucho que ver con la locución, las ondas y el movimiento, asociados al paso del tiempo. He disfrutado muchas horas en el campo observando el cielo, buscando imágenes en lo invisible, en la oscuridad. Así se crean las fotos nocturnas, enfocando lo invisible para lograr la luz con el tiempo de exposición.
Dejar una huella en cada trabajo, pensando en la memorabilidad de la marca asociada a lo invisible de la voz. Y también, dejar algo mío en esos espacios, abriendo un camino hacia una nueva forma de pensar y transmitir. Esta es una historia que no tiene fin, que siempre se transforma y está evolucionando, expandiéndose, en continuo crecimiento.
Los colores de la web
Los tonos que seleccioné para el sitio surgieron a partir de este espíritu y son los que denotan mañana, crepúsculo, noche y ondas en movimiento. Siento que jugar con la paleta de colores, al igual que lo hacía Goethe o Rudolph Steiner, remite a lo más hermoso de la locución. Abriendo una pizarra mágica para interpretar ideas, esa apuesta lúdica de crear sin fin.
El símbolo del árbol, raíces y el movimiento
Para la evolución de mi nuevo logo pensé en las tomas que más me gustan capturar de las escenas campestres, con la idea que asocio a la transmisión de mensajes y la voz como conductora de ellos. Luces y sonidos moviéndose en el tiempo. Esto último, fue fundamental para decidir la dinámica. Transmitir la sensación de que todo se mueve al compás del sol, los planetas y nuestra propia Tierra, dando una idea de ritmo. Con respeto por su tiempo y su silencio. Así, nacieron estas piezas maravillosas. Raíces bien arraigadas a la tierra, y frutos que maduran y caen, al compás de los tiempos de la cosecha.
La tipografía
Después llegó la tipografía de mi marca personal: Maru Atia. Preferí utilizar una minúscula redonda porque sentí que hablaba de mí, llegando de manera humilde a lugares a los que siento aporté una estética bien marcada. Es la elegancia que define a quien sabe vender bien las cosas con planificación y estrategia y nunca desde la improvisación.
El slogan
Por fin, llegó mi slogan. Surgió a partir de un sueño que escribí y conserva la premisa de respetar los tiempos, abonar la tierra, compartir procesos y escuchar nuevos. Son palabras muy mías, tal y como las siento con relación a la comunicación. La voz como un canal y mi trabajo siempre será como un pincel, intentando imprimir el propósito, como “una púa que graba mensajes en el tiempo“.
El logo, marca de agua y GIF Animado
Siguiendo los mismos conceptos, la animación sólo expresa lo que aquí he escrito. El movimiento con el mismo ritmo de rotación de la Tierra, dejando que de la espiral se imprima una señal, como si fuera la imaginaria “púa que graba los mensajes en el tiempo”. También jugué con dejar la sensación de disco de vinilo como expansión.
Mientras este proceso transcurría, yo cumplí 20 años en la profesión.
Mi motivación disparó ganas de contar todo esto que para mí es parte esencial de la comunicación, apelando a la idea de escuchar y ver en lo invisible, donde yacen los conceptos y las ideas, y como cada día, elijo conectarme con el mundo.
Bienvenidos a este espacio, donde viven mi voz y mis palabras, como una púa que graba mensajes en el tiempo.
